Sir Thomas Malory University • Af. Normal

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Londres, Noviembre del 2014
Han pasado cincuenta años desde que los asociados renovaron Sir Thomas Malory University, y los cambios en ella fueron notables, la escuela que había sido creada para aquellos que no podían acceder a una, paso a ser una escuela para gente rica, para solo aquellos que podían pagarla. Su ingreso se volvió exigente, al cumplir los 18 años, los estudiantes debían pasar la admisión que estaba dividida en dos pares, siendo la primera la del examen de admisión, donde los estudiantes rendían seis exámenes, dos materias básicas y comunes a todos, independiente a la carrera (Historia y Lógica), dos materias propias de la facultad, y dos propias de la carrera; cada examen era puntuado del cero al cien, y se sumaba a la nota final, donde Sir Thomas solo aceptaba a aquellos que tuvieran mas de 480/600, aunque se hicieron muchas excepciones para los hijos de grandes personas, o para los que tenían la billetera grande. En caso de los becados debían tener mas de 540/600, y rendir el examen todos los años, avanzando en contenidos acorde a las materias cursadas. La segunda etapa era la entrevista con el consejo, y tras esa entrevista se disponía si se aceptaba o no al estudiante, de esas entrevistas, quienes eran hijos de asociados no tenían que ni pasar por ella, solo pasaban para hacer acto de presencia y nada mas.

Desde que Jacqueline Seeber se volvió la decana, la diferencia entre las clases se volvió mas notable, el privilegio de tener dinero y ser de alta sociedad era mas que ventajoso a la hora de cursar en los pasillos y aún lo es. Quienes salieron perdiendo fueron los de las clases bajas, los becados, que cada vez tienen que rendir exámenes mas difíciles y complicados que solo buscan sacarlos de la universidad. Pese a todo eso, Sir Thomas Malory University, sigue siendo una de las mejores universidades de Londres, y cualquier estudiante recibido en ella, consigue trabajo donde desea. Su exigencia, su vocación y dedicación al aprendizaje de los estudiantes se hace notar, y el esfuerzo de sus estudiantes, tiene sus frutos.

Las cosas no parecen querer cambiar, pero en secreto y en silencio, un mensaje llego a Seeber, un mensaje que quemo y oculto de todo aquel que se aprovechara de la situación. Un mensaje, que podría infundir miedo en aquellos de grandes puestos comprados. El otoño, puede traer tormentas inesperadas.